A raíz de una conversación de ayer en la que surgió este tema, me encontré de pronto pensando en cómo nosotros, las personas, venimos siendo parte de la actividad productiva con diferentes acepciones a lo largo del tiempo.
Hoy en día, cuando en algunos mensajes me llega el término Recursos Humanos, me sigue llevando a algo de otras épocas: algo físico, inalterable, movible, reemplazable, predecible, utilizable, re-utilizable, etc., en definitiva, a algo próximo a las máquinas no a las personas.
Quizás de forma inconsciente, sigo vinculando esta expresión al concepto de Factores de producción del que hablaban los economistas clásicos, donde su significado era el de ser uno de los tres factores productivos (Tierra, Trabajo y Capital) que eran necesarios para generar un producto que posteriormente recibiría un valor en el mercado.
En esta primera acepción, el papel de la persona era el de un Factor de Producción (casi un elemento autómata) y no el de un integrante del Capital humano, término más moderno que ya parece integrar también a los emprendedores y directivos de las empresas (aquellos que son capaces de gestionar, dirigir y hacer productivos los tres factores anteriores).
Afortunadamente, debido al proceso de cambio que se ha ido produciendo en las sociedades y también en las empresas, se valoran cada vez más las características propias de una persona, como sus cualidades, conocimientos, capacidades, potenciales, creatividad, etc., e incluso se llegan a tener en cuenta sus situaciones personales, sus necesidades, y sus relaciones.
Esto ha llevado a que sea necesario para ellas la potenciación de departamentos de “RR.HH.”, con profesionales especializados, para gestionar la complejidad de las personas, tratando aspectos novedosos como, por ejemplo, formación, carrera profesional, comunicación, redes sociales, entornos colaborativos, clima laboral, motivación, incentivos, y jubilación.
Las empresas identifican y potencian sus cualidades personales positivas, gestionan su trabajo de forma especializada, y le hacen partícipe de la consecución de lo planificado. El objetivo es que el empleado se alinee con su estrategia y funcionamiento para llegar a la obtención de su objetivo último, maximizar el beneficio obtenido.
¡¡ Fenomenal ¡¡ las personas ya llegamos a ser capital intelectual, capital social, y tenemos talento ….. o sea, que vamos creciendo y mejorando.
Pero no hay que olvidar que en el Sistema económico en el que nos movemos, potenciado por el continuo proceso de globalización de todos los factores (incluido el trabajo humano), el esquema general de producción no ha cambiado con el tiempo, es más, se perpetúa: las empresas se siguen creando con el único objetivo de obtener beneficios (económicos, de poder, buena imagen social,…), y la moderna gestión de Recursos Humanos sigue sin ser su objetivo central, sino únicamente una herramienta cada vez más especializada para llegar a obtenerlo.
Esto es así, en el fondo no ha cambiado, y se ve mucho más claro en momentos como los actuales, con la crisis que vivimos en España, con la reforma laboral implantada, con niveles de desempleo elevados, y con una gestión del empleo que, por sus resultados, deja bastante que desear.
Digo esto pensando no solo en aquellos que han perdido su trabajo y no pueden retornar a la actividad laboral, sino también en las condiciones de los que lo siguen manteniendo después de haber pasado por “el mercado laboral”, y en los que mantienen la incertidumbre sobre cuando tendrán que pasar por él.
Como he comentado al principio, me vienen a la mente conceptos anticuados, pero quizás sea porque veo que estamos dando pasos hacia atrás, hacia la concepción clásica, hacia principios del siglo XX, hacia considerarnos como “elementos” con un valor/precio que está muy a la baja.
Llegados a este punto, mirando al futuro, hay que pensar en qué queremos ser ¿RECURSOS o HUMANOS?
[…] ha parecido interesante volver a traer aquí una de mis primeras entradas en el blog: “RECURSOS HUMANOS” (podéis acceder a ella en el link del propio título), en la que finalizo diciendo: […]
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[…] humana y productiva de una persona, que me llevaron a escribir y publicar en este mismo blog “Recursos humanos“, entrada en la que hablaba del tratamiento de la persona como un simple […]
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